Lo que nos identifica: Misión / Visión

La Intendencia Departamental de Paysandú presentó un proyecto de presupuesto equilibrado, destinando recursos a las áreas programáticas más relevantes, con un criterio objetivo y prudente, sin incluir la creación de ningún cargo.

Hemos fijado como línea directriz aumentar el porcentaje de recursos destinados a inversiones, por entender que es aquí donde radica el valor público de la actuación gubernativa y determina un retorno directo a los contribuyentes, más allá de las prestaciones que derivan de los servicios públicos y sociales que cumple la administración.

Para perseguir la concreción de este objetivo, la planificación contiene una política de racionalización de las erogaciones vinculadas a gastos en funcionamiento y Rubro 0, que sumado a los procesos de optimización, permitirá concretar un sostenido y significativo aumento de los niveles de inversión, que deberán reflejarse luego en una ejecución efectiva, que supere la media histórica.

La situación de emergencia requiere asumir compromisos y realizar los esfuerzos necesarios. Para ello, desde la propia integración del Ejecutivo Departamental, nos hemos fijado el objetivo de llegar al final del período de gobierno con una reducción del 20% en la ocupación de los cargos de confianza.

La acción de gobernar consiste administrar prioridades, debiendo necesariamente planificar el cumplimiento de los cometidos a través de una gestión direccionada por el principio de satisfacción efectiva de las necesidades públicas en beneficio de la comunidad, implementando procesos de trabajo que permitan medir adecuadamente la gestión por resultados.

Para ello es necesario fijar metas y objetivos a la luz de un contexto departamental marcado por un largo y profundo proceso de deterioro del mercado laboral, que hoy nos ubica por encima de la media nacional en materia de desempleo, alcanzando un baremo del 12.4% en promedio.

Dicho índice también impacta en el aumento de la pobreza, ubicando a nuestro departamento entre los cinco con mayor incidencia de todo el país, escenario que nos interpela, impulsándonos a dejar atrás el letargo y la apatía, para concretar en los hechos medidas que impacten favorablemente en los menos privilegiados. En tal sentido incorporamos un Capítulo dedicado al Desarrollo Productivo y Promoción del Empleo, que suma nuevas herramientas que permitan generar más oportunidades para los sanduceros, asumiendo desde la Intendencia un rol relevante en la captación e incentivo para la radicación de inversiones.

Hoy la realidad nos exige estimular la conformación de círculos virtuosos que permitan la generación de procesos de transformación de las capacidades laborales y productivas, a partir de la radicación de iniciativas de formación y capacitación asociadas a altos porcentajes de inserción laboral.

Sin lugar a dudas, no podemos dejar de lado que estos 4 años y 6 meses de gobierno estarán marcados por el desafío de ejecutar el Fideicomiso Paysandú II, manteniendo la firme determinación que dichos recursos extraordinarios sean afectados a obras extraordinarias.

La asignación de recursos y ejecución de proyectos estará guiada por una efectiva descentralización, incorporando una gestión integral en coordinación con las autoridades locales que permita el efectivo desembarco de las políticas culturales, deportivas, turísticas y de desarrollo, en los rincones más profundos de nuestro departamento.

Para alcanzar los objetivos propuestos, la tarea de gobernar requiere actuar con el coraje y la firmeza que la propia historia de esta tierra heroica nos ha legado. Paysandú debe volver a ocupar el sitial de privilegio que otrora supo ganarse por la pujanza de su gente y que hoy requiere de la generación de políticas proactivas que trasciendan una visión estática, para ir en busca de soluciones concretas.

El programa de gobierno puesto a consideración de la ciudadanía en la etapa electoral, hoy debe trascender y constituirse en las bases fundamentales que sustenten las futuras acciones de gobierno a desarrollar, bajo la premisa de una gestión eficiente de los recursos públicos, gastando menos y haciendo más.

Para ello buscaremos reestructurar los procedimientos internos, ingresando en un proceso de modernización que permita establecer un estándar de satisfacción del usuario, auditable y medible. En pleno siglo XXI, es impensable que los procesos de transformación se lleven a cabo sin incorporar el internet de las cosas, como herramienta de gestión y comunicación.

El mantenimiento y la ampliación de la red vial es una prioridad de nuestra administración, así lo demuestran cada una de las directivas que desde el primer día de gobierno hemos encomendado a las Direcciones respectivas. El relevamiento realizado nos enfrenta al duro desafío de atacar un deterioro vial profundo y generalizado.

La infraestructura vial es un agente determinante en el desarrollo social, económico y cultural de nuestro departamento, constituyéndose como uno de los principales activos a priorizar, desarrollando planes de intervención tanto en la ciudad como en el interior. También apostamos a revalorizar la labor del funcionario municipal, habiendo celebrado sobre esa base un convenio colectivo para todo el período de gobierno, a partir del cual dará prioridad a la realización de obras con personal municipal.

Es imperioso posicionar Paysandú como destino turístico, cultural, deportivo y productivo, fortaleciendo la identidad comunitaria afianzando el sentido de pertenencia.

Los años pasan y nuestro departamento no ha logrado superar la etapa de los diagnósticos. Llegó la hora de traducir en acciones la hoja de ruta que nos permita preparar y adaptar este privilegiado suelo en tierra de oportunidades. Para lograrlo deberemos trabajar en generar la infraestructura necesaria y capacitar al principal recurso con el que contamos: al sanducero. Venimos a cumplir con la palabra empeñada, venimos a poner a Paysandú de PIE.