El intendente Nicolás Olivera junto con un equipo del Departamento de Obras encabezados por su director Horacio Mársico, recorrieron los avances de las obras de los pluviales de calle Tacuarembó y del acceso a Quebracho, en donde se colocará carpeta asfáltica y 72 luminarias de última generación. “Es un sueño para todos nosotros”, indicó el intendente sobre las obras que se vienen realizando en Quebracho en los últimos meses.

Desde la Ruta hasta la ciudad

Tras un convenio con el Ministerio de Transporte, se está llevando a cabo la remodelación del acceso a Quebracho, con la colocación de carpeta asfáltica y de luminarias de última generación, a la vez que la avenida de ingreso a la ciudad se está haciendo a nuevo con carpeta asfáltica de 6 centímetros.

“Está quedando muy bien y es un pavimento que está llamado a durar muchos años”, destacó el intendente Nicolás Olivera durante su recorrida.

Esta obra de ingreso a Quebracho se suma a la urbanización de Mevir 3 y 4 que fuera inaugurada hace pocos meses, en una obra que comprendió cordón cuneta, calles, badenes, desagües pluviales.

“Son lugares que estaban muy postergados, que estaban un poco rezagados en soluciones viales e infraestructura”, señaló. “El acceso no estaba en buenas condiciones, ahora se le puso carpeta asfáltica que es un nivel de pavimento superior al que tenía, la iluminación de toda la radial, del acceso, eso le suma calidad en cuanto a la seguridad de la gente”, resaltó el intendente.

“Me gusta venir a Quebracho y ver que hay cosas buenas que están pasando en materia de calles, de iluminación, los vecinos de Mevir y lo que va a pasar en poco tiempo con la primera etapa de un viejo anhelo y un sueño como es el saneamiento”.

Iluminación de última generación

Además de la obra del acceso a nuevo en Quebracho, se está realizando la colocación de 72 brazos con luminarias de última generación, de la marca Fonroche, “luminarias solares con una autonomía importante, con estándares bien interesantes que van a reforzar la obra”, destacó el intendente.

La empresa Ilumínica Uruguay es la que representa a Fonroche (empresa francesa) en Uruguay y es la que se encuentra realizando la colocación de la nueva luminaria. “Son luminarias de un kit solar muy diferentes a las que acostumbramos a ver, debido a que el panel cuenta con un promedio de vida útil de 30 años, la luminaria de 25 y la batería 11 años”, explicó Leonardo Rodríguez, representante de Ilumínica Uruguay.

Esto significa que el primer servicio que se le va a brindar a estas luces será dentro de 11 años. En Quebracho, se están colocando 72 luminarias, de 40 watts, a una altura de seis metros en el tramo que va desde la Radial de Ruta 3 hasta la ciudad de Quebracho. Son luminarias solares, telegestionables, es decir que desde la Intendencia se manejará a través de un software, brindado por la empresa, que brinda un reporte de funcionamiento de las luminarias cada 4 minutos.

“Son luminarias muy potentes”, destacó Rodríguez y explicó que “lo normal es que una luminaria común emita entre 110 o 120 lúmenes (unidad de medida del flujo luminoso) por watt”, en cambio “las nuestras emiten 192 lúmenes por watt”, por lo que iluminan más.

“Es un sueño”

La alcaldesa de Quebracho, Silbia Visoso, destacó la obra que se viene llevando a cabo desde la Radial hasta la avenida de ingreso a la ciudad de Quebracho. “Es una maravilla, es un sueño; que yo recuerde no ha habido una intervención así”, destacó.

“Venimos trabajando para que la entrada Quebracho luzca diferente, y seguiremos avanzando con más obras que tenemos planificadas”, señaló.

Visoso resaltó además las obras de saneamiento planificadas para los próximos meses, “se vienen cosas muy buenas para Quebracho, que van a traer fuentes laborales, lo que hemos anhelado desde hace 45 años como es el saneamiento”.

Pluviales Tacuarembó

En otro orden, Olivera y parte del equipo del Departamento de Obras recorrieron las obras de los pluviales de calle Tacuarembó que se encuentra en su etapa final. Solamente resta por finalizar una cuadra en la que se hizo saneamiento, por lo que ahora los vecinos deben conectarse a la red de saneamiento para luego dar por culminada la obra.

“Queremos dar una mano a los vecinos para hacerles más accesible la conexión, y una vez que eso esté resuelto nosotros pavimentaremos esa cuadra que nos falta”, indicó el intendente. Es una obra del casi dos millones de dólares que resolverá de manera definitiva un viejo problema vinculado al anegamiento y a las inundaciones que sufrían los vecinos de calle Tacuarembó y Carlos Albo cada vez que había una tormenta.

“Es una obra que está abajo, que no se ve, pero hay caños en donde entra una persona parada y va a resolver el problema de una zona que beneficiará a unas ocho mil personas y que les dará tranquilidad a los vecinos”, señaló Olivera.