Avanza la última etapa de edificación de la infraestructura donde se instalará la máquina encapsuladora de residuos sólidos domiciliarios recientemente adquirida por la Intendencia, que será operada por la empresa que oportunamente ganó el llamado a licitación. En el predio ubicado en Camino a Casa Blanca, a unos 8 kilómetros de Paysandú, la Intendencia ya construyó el galpón y pavimentó el área donde se instalará la maquinaria, en tanto emplazó la balanza y avanza con el proceso de cercado y generación de instalación eléctrica.

Importante inversión

Con la compra de maquinaria de última tecnología y la generación de una planta física de procesamiento, la Intendencia se apresta a transformar definitivamente el sistema de gestión y disposición final de residuos sólidos domiciliarios.

En el predio ubicado en Camino a Casa Blanca, a unos 8 kilómetros de Paysandú, ya se levanta el galpón donde, tras un proceso de clasificación, maquinaria especializada compactará los residuos, reduciendo su volumen hasta en cinco veces para generar cápsulas de un material especial que posibilitará su disposición final en celdas, reduciendo sustancialmente el impacto ambiental y paisajístico.

Mientras tanto, se avanzará con el proceso de cierre definitivo del Vertedero Municipal, un espacio donde durante años se realizó una disposición a cielo abierto, con fuerte impacto medioambiental y una compleja problemática vinculada a constantes incendios y presencia de hurgadores exponiéndose a la contaminación y la posibilidad de verse involucrados en accidentes.

Infraestructura casi lista

“La Intendencia ya hizo el galpón; hizo todos los pavimentos que tienen que ver con la llegada de la basura a la tolva; hizo la balanza, estamos en el proceso final de cercar ese galpón y de colocarle la parte eléctrica”, explicó el director general de Obras, Horacio Mársico en referencia a la infraestructura que ya puede visualizarse a la vera del Camino a Casa Blanca.

Los detalles técnicos del material eléctrico que por estas horas instala la Intendencia están directamente relacionados a las características de la maquinaria que emplaza la empresa y que se encargará de encauzar los residuos hacia la encapsuladora.

Según adelantó Mársico, la generación de estas instalaciones internas de abastecimiento eléctrico estará terminada en unos 30 días, al tiempo que la empresa que gestionará la planta realiza trámites ante UTE -incluida la presentación de un proyecto- para posibilitar el emplazamiento de una subestación que se ajuste a la demanda energética de toda la maquinaria.

Procesos certificados

La Intendencia también realiza trámites ante el Ministerio de Ambiente para establecer los detalles del proceso de transición de las cápsulas, antes de su traslado al espacio definitivo acordado con la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea).

En este espacio, las cápsulas serán acondicionadas en celdas y posteriormente cubiertas, reduciendo sustancialmente su interacción con la atmósfera, al tiempo que los gases serán gestionados mediante la instalación de chimeneas.

Mientras tanto, una empresa certificada por el Ministerio de Ambiente se encargará de controlar el proceso de transición de las cápsulas y de la elaboración de un proyecto de generación de nuevas celdas para dar continuidad al encapsulado.

Paralelamente, se avanzará con los procedimientos para el cierre definitivo del actual relleno sanitario, que también demanda trámites y estudios técnicos a través de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).

“La Intendencia tendrá un nuevo sistema de encapsulado de residuos, mucho más ecológico y menos volumétrico”, comentó Mársico.

Además de disminuir sustantivamente el impacto ambiental, esta nueva modalidad de gestión y disposición final de residuos contempla y garantiza el trabajo de los clasificadores e incentiva la clasificación en origen, es decir la que se lleva a cabo en el ámbito domiciliario.

Con el cierre del Vertedero, la instalación y puesta en funcionamiento de la planta de recepción, clasificación, aprovechamiento y compactación, el paisaje de esta zona cambiará sustantivamente, dejando atrás años de gestión medioambientalmente deficiente para dar lugar a un escenario que paulatinamente recobrará su aspecto natural.