Presentaron proyecto ganador del concurso para la remodelación del Estadio Cerrado

Fue presentado el Proyecto ganador del concurso para la remodelación del Estadio Cerrado “8 de Junio”, una obra que demandará un año de ejecución con un costo de 4 millones de dólares. “Felicitaciones a las ocho propuestas que se presentaron, lo que uno ve es impactante, y evidentemente es la primer gran satisfacción”, indicó el intendente Nicolás Olivera.

Los mejores talentos

El proyecto ganador estuvo liderado por los arquitectos Pablo Kelbauskas, Paula Lafranconi y Diego Secco, demandará dos meses de proyecto ejecutivo para comenzar las obras en un plazo de 10 meses, por lo que se espera que en un año el Estadio Cerrado quede pronto.

El estadio fue creado en 1977, y fue “una obra de avanzada para aquellos años”, destacó el intendente. Pero con el paso de los años “necesitaba aggiornarse a otras épocas con algún retoque que lo ponga en la vanguardia para esta época”. En este sentido, resaltó la labor del equipo que estuvo detrás para la creación de las bases, a la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) y a República Afisa.

“A los arquitectos que participaron les pedimos que no desnaturalicen la gestualidad de la obra, no queríamos otro estadio, queríamos ese con un mejoramiento; tenía que seguir siendo el Estadio 8 de Junio”.

Olivera reveló que había incertidumbre el día de la presentación de los sobres, pero luego llegó la satisfacción de que se presentaron “ocho propuestas de altísima calidad”, en donde estuvo “el mejor talento de las mejores cabezas del Uruguay”.

En este sentido, indicó que se transitó un camino diferente al que se realiza cuando se lleva adelante una inversión pública que generalmente se comienza con una idea, se continúa con un proyecto y luego la licitación. “Decidimos transitar un camino diferente, pusimos el número y buscamos el talento” con el objetivo de que el monto ofertado no supere con el dinero que se tiene proyectado para la obra.

Por fuera y por dentro

Olivera explicó que la obra no implica solamente la fachada, sino que también será en el interior del estadio, con el objetivo de elevar los estándares para cumplir con la norma FIBA y para que sea “validada por organismos internacionales”. En este sentido se acondicionará la parte acústica, lo térmico, la movilidad y la seguridad.

“Adentro de la cáscara van a pasar tantas cosas como afuera, y ese era el desafío, que con 4 millones de dólares todas esas cosas pudieran pasar. Ese fue el motivo por el que ganó quien ganó, porque logró sintetizar un componente estético y funcional, que es tan o más importante que el estético”, señaló.

Oportunidades laborales”

La presidente de la SAU, Natalia Brener, destacó la idea de la Intendencia en la conformación del concurso licitación para la reforma del estadio. “Desde la SAU es muy importante la promoción de este concurso de arquitectura como una forma de generación de proyectos de excelencia en la obra pública”, resaltó.

El jurado estuvo integrado por los arquitectos Fernanda Goyos (en representación de la SAU), Conrado Pintos (elegido por los concursantes), Ana Russi y Walter Belvisi, así como también el director de Deportes, el licenciado Guillermo Arias. “Quiero agradecerá la conformación del jurado que participó, que asegura elegir los mejores proyectos de una forma transparente, reconociendo la enorme capacidad de nuestros técnicos nacionales y disfrutando de un proceso que podemos ver los resultados”, afirmó Brener.

Fueron ocho propuestas “de un nivel impresionante”, en una modalidad de concurso que “genera oportunidades laborales en una confrontación sana de ideas, de proyectos y diferentes posibilidades para un mismo programa”, resaltó. Cabe destacar que una de las condiciones que establecían las bases es que haya al menos un arquitecto local dentro del grupo que se presente.

Fue un proceso de elaboración de aproximadamente un año desde la conformación de las bases hasta su etapa final. “Estamos celebrando el final de esta etapa de trabajo con un proyecto ganador, quiero hacer énfasis en la calidad de las propuestas, con el trabajo que lleva elaborarlas, hay una inversión de una cantidad de horas en la elaboración de estos proyectos”, destacó el asesor de la SAU, Juan Almandós.

En este sentido, explicó que el jurado tomó en cuenta una cantidad de indicadores, no solamente estéticos desde lo arquitectónico, sino también desde lo urbanístico, la implantación de nuevos usos en pos de la nueva organización espacial del entorno.

Valoramos las instancias”

En representación del equipo de arquitectos ganadores del concurso, Pablo Kelbauskas, destacó la iniciativa de la Intendencia en la creación del concurso. “Los arquitectos valoramos las instancias de concurso porque tienden a producir productos de mejor calidad, democratizan el acceso a la oportunidad laboral, y como comunidad académica estimula e institucionaliza el debate; permite que se discuta sobre arquitectura y abre esa discusión a la sociedad”.

En este sentido, explicó que el proyecto tiende a responder las demandas que se planteaban en el concurso como la mejora en cuanto a lo térmico, lo acústico, y la accesibilidad. Además, “nos propusimos que la intervención tuviera un carácter propio, que se leyera como un elemento independiente y ajeno al original para respetar el edificio original, y entre los dos construyeran un diálogo tenso e interesante”.

Asimismo, “pretendíamos que el edificio tenga un carácter menos introvertido y comenzara a comunicar hacia afuera, sobre todo en los laterales, con un espacio vibrante, activo, con mucha actividad”. Esto se podrá percibir al recorrer las galerías, con los sistemas de accesos, evitando disfuncionalidades que se podían plantearse al tener el acceso a través de la cancha. Para ello, “se utiliza lo existente, que es un valor del edificio, con la galería perimetral superior”.

Un privilegio

Olivera destacó la figura del exintendente Walter Belvisi, a quien le hizo entrega de un reconocimiento por su labor tanto en la creación del Estadio Cerrado, como en el jurado. “Cuando uno va a intervenir una obra icónica hay un componente afectivo”, por lo que destacó que “tenemos el privilegio de tener con nosotros a quien lo pensó y lo hizo”.

“Todos podemos tener excelentes ideas cada vez que nos toca administrar un pedazo de responsabilidad pública, pero la diferente está en aquel que puede pensar y quien lo puede hacer”. En este sentido, brindó un reconocimiento a quien “hizo, sigue haciendo y aportando para Paysandú”.

Belvisi dijo sentirse muy “emocionado porque se entrecruzan sentimientos, recuerdos, pero también se valoriza en esa actitud y esas decisiones vinculado con la valentía y el coraje de asumir determinadas obras; el valor de una idea está en la acción”.

“De la idea a la acción hay un trecho muy grande, hay una responsabilidad y coraje que hay que tener. Pasaron los años y se genera a través de otra valentía y coraje asumir una obra que me dolía y me costaba pasar por el lugar, cuando lo veía de a poco decaer porque me parecía que era Paysandú el que perdía”, reconoció.

En este sentido, valoró las obras de infraestructura “que están pensadas y proyectadas para el futuro, porque el intendente no está pensando en uno o tres años, está pensando en generaciones futuras de un Paysandú pujante que quiere transformar para su gente aquello que hace a la vida cotidiana”.

Belvisi nombró a los arquitectos, técnicos e ingenieros que estuvieron detrás de la obra. En este sentido hice hincapié en los “técnicos Cacho Patrone, Pablo Patrone, el arquitecto Zinno que se puso al hombro la ejecución de la obra; el ingeniero Alberto Ponse que con tanto talento nos diseñó la estructura del estadio; Orlando Castellanos, un hombre que supo llevar adelante la ejecución; y el capataz general de la obra, López”.

“Creo que le intendente está asumiendo una responsabilidad enorme pensando en ese Paysandú que todos queremos mejorar y tener mayor bienestar”, destacó Belvisi.