Tras gestiones del Intendente Nicolás Olivera, habilitaron servicio de agua potable en Puntas de Buricayupí

El Intendente Nicolás Olivera encabezó esta tarde la habilitación de la red de agua potable en la localidad de Puntas de Buricayupí, con cuyos habitantes se había comprometido a gestionar el servicio ante las autoridades de OSE. La red habilitada se extiende a lo largo de 2.500 metros y beneficia a unas 25 familias, así como a la comunidad educativa de la Escuela 34.

“Tiempo de empezar a cumplir”

Próximo a las 17.10, el Intendente Olivera, acompañado por el presidente de OSE, Raúl Montero, la directora de la Escuela 34, Andrea Milano y la vecina Irene Amaral, cortó la cinta que dejó simbólicamente inaugurado el servicio de agua potable de la Escuela Nº34 de Puntas de Buricayupí, ubicada a la altura del kilómetro 92 de Ruta 26.

“Estoy realmente muy entusiasmado”, afirmó el Intendente, quien en julio de este año visitó esta pequeña localidad para escuchar los reclamos de sus habitantes, fundamentalmente vinculados a la carencia de servicio de agua potable.

“Nuestro oficio es la actividad política, con ‘P’ mayúscula, pero que está medio bastardeada, porque hay quienes no usan bien esta hermosa herramienta”, reflexionó Olivera y recordó que en tiempos de campaña electoral los candidatos recorren barrios y localidades, golpeando puertas y convocando a “acompañar y refrendar un proyecto político”.

“Ahora es tiempo de empezar a cumplir”, enfatizó y se remitió a su última visita a la localidad, cuando en la casa de Irene Amaral escuchó muchos planteos y concluyó, con mucha preocupación, que estaba en un “lugar absolutamente olvidado” del departamento.

Las gestiones realizadas por el Intendente fueron rápidamente diligenciadas por las autoridades de OSE y en pocos meses concluyeron los trabajos que posibilitaron la habilitación de la red que se extiende a lo largo de 2.500 metros.

Volver y seguir cumpliendo

En otro tramo de su alocución, Olivera consideró que la naturaleza humana lleva a “anhelar más” y por esa causa los habitantes de las ciudades muchas veces reclaman más servicios y no terminan de valorar la importancia de contar con algo tan básico como el agua potable.

“Pedir agua potable es mucho menos de lo que nos piden en otros lados”, reflexionó.

Aseguró que la política bien concebida sirve para “transformar la realidad para bien” y “para que la gente viva mejor”, por lo que resulta muy satisfactorio cumplir con los habitantes de un lugar del departamento por donde “el Estado había pasado de largo”.

También destacó la rápida respuesta de OSE, en particular de las autoridades departamentales, porque demostraron que es posible “ganarle a la burocracia”.

Por último, confesó que en los 327 días que han transcurrido desde que asumió como Intendente Departamental, “hoy es uno de los días más importantes” y, tras dar cumplimiento a lo comprometido con estos vecinos, regresaría a la capital departamental “con ganas de volver y de seguir cumpliendo”.

Saldar una deuda

En la instancia también participaron varias autoridades departamentales, como el director general de Obras, Horacio Mársico y la coordinadora de Descentralización, Gabriela Gómez.

Raúl Montero, por su parte, consideró que “el Uruguay y en particular OSE, tiene una deuda” con muchos pobladores del interior del país, porque “el agua potable es una de las cosas básicas”.

“Realmente es una alegría para mí y yo les agradezco a ustedes por permitirme ser útil y empezar a pagar esa deuda con el interior profundo”, destacó.

Irene Amaral, vecina de la localidad, agradeció tanto a las autoridades de OSE como de la Intendencia por cumplir con lo pactado y llevar adelante las obras.

“Les agradezco con mucha alegría, porque tenemos la red de agua. Porque también tienen agua los niños de la escuela”, expresó.

Otro vecino, Alfonso González, destacó particularmente la gestión desarrollada por el Intendente Olivera, quien visitó la localidad y se comprometió a regresar con el servicio.

“El hombre cumplió con la palabra. Dijo que iba a volver y volvió. Vaya si era un pueblo que estaba olvidado y muchos prometieron y no volvieron. Él cumplió”, subrayó.

La directora de la Escuela 34, Andrea Milano, recordó cómo muchas de sus colegas debieron luchar sin descanso por no contar con este servicio, incluso acarreando el agua en bidones con ayuda de los niños, porque “había que cocinar”.

Agradeció a las autoridades departamentales y a los representantes de OSE, al tiempo que mencionó especialmente a Nicolás Olivera.

“Él realizó gestiones ante OSE y logró algo que parecía imposible de conseguir, pero se logró en poco tiempo”, destacó.

Finalizada la parte oratoria, autoridades y vecinos dejaron oficialmente el servicio en el marco de una verdadera fiesta que contó con la actuación del dúo Vargas & Ilardía, de la Dirección de Cultural de la Intendencia.